Como entender esta pesadilla, como no asomarnos al abismo…No queremos que la palabra sirva de coartada a los horrores por venir. La fraternidad del terror, la desesperanza intima, la decisión de no disolvernos, exigen coherencia…
Librarnos de esta herencia que ha marcado nuestra extinción, parece que ejerce una presión ideológica sobre estratos enteros del pensamiento contemporáneo venezolano. Muchos han escapado del holocausto gracias la emigración, muchos que al final son pocos.
¡Que pesimismo! Pensar en lo peor es la base misma del análisis. Estamos desesperados, y la suerte que es el gran aliado de nuestro inconsciente, acepta la fatalidad pudiendo escoger. Esa actitud mental, según la cual la única facultada para elegir es ella, la suerte; es grave, estamos dejando que ella decida por nosotros.
Después de la suerte tendrá que venir la sabiduría misma, la sabiduría de la razón. La manipulación total siempre es estúpida. Por eso hay tantos locos, tantos infames.