lunes, 10 de diciembre de 2012

Prolegómenos

…Soy los que ya no son.  Inútilmente.   Soy en la tarde esa perdida gente. 
Jorge Luis Borges / All our yesterdays


La imbecilidad del cuerpo, sin ser completa durante su corta y agitada vida, incluye alianzas, rompimientos, y el atravesar crisis amplias y profundas. Sus complicaciones graves terminan para siempre volver a comenzar. 

En su biografía, la confluencia de factores ejerce un efecto crítico que -como resultante de los ensayos que llevan su mente y su cultura- produce destrozos. Esa dura influencia que incluye numerosas digresiones en la conducta y la experiencia vivida, no son muestra de debilidad o de vaciedad del prójimo, pero, este termina siempre en el suelo.  El proyecto vital siempre tiene que enfrentar la conciencia de su propia muerte, y es cuando la imbecilidad del cuerpo entra a negociar con ella su tiempo. Esto revela hipersensibilidad, inadaptación y distanciamiento de las ideas hasta su consumación. 

Lo curioso es que a los ojos del Universo, todo se decanta, se organiza, y ella misma, no pierde la oportunidad de demolerse. Es su estrategia, la que casi nadie ve, la que siempre explota tardíamente después del desmoronamiento.