Desperté con el individuo exhibiendo su locura ¡uf! Me hirvió la leche y suspendí mis emociones. Que situación tan absurda .Parece que “nadie nota los grandes errores” (Ley de Mayne).
Se equivoca el que nos sacrifica y nos aísla para dejarnos disminuidos... ..sin relación con los que viven mejor a nuestro alrededor. Tenemos derecho a disfrutar de la vida, sin sacrificársela a nadie. La última palabra la tienes tú: que nadie te la quite ni la diga en tu lugar. Actúa de acuerdo a tu conciencia. El individualista que tanto critican sabe más de la armonía con los demás; que los que sólo viven para los demás... y para lo de los demás. No seas pendejo. No te masifiques. Evoluciona, recuerda que el agua que se estanca se pone “piche”. Al que le gusta dar órdenes siempre dice: ¡Vamos, todos como uno solo! ¿Qué vaina es esa si somos muchos? Solidario ¡sí!, fundidos o confundidos con los demás ¡no! No somos soldados. (parafraseando a Savater)
Llegamos al punto que ya no hay límite para que las cosas puedan resultar mal (Ley de Hane) porque los problemas se incrementan en proporción exponencial (Principio de Parouzzi) y se cumple El Factor Chi: La cantidad es inversamente proporcional a la calidad
Cantidad= I/Calidad
En que problema nos metieron y ahora que difícil es salirse (Ley de Allen); para mas colmo y según los indicadores a medida que la economía mejora, todo lo demás empeora (Ley de Buchwald) y si nos atenemos a la Ley de Sweeney que dice que la longitud de las peroratas sobre el progreso es inversamente proporcional a la cantidad de progreso; llegamos a apreciar la Regla de Courtois: “Si la gente se escuchara a si misma más a menudo, hablaría menos”. Ojala que la oscuridad no sea para siempre.