Es el conocimiento lo que da fundamento al ser humano y la base de ese conocimiento es el principio de “verdad”. Si éste es –con propiedad- el “principio” de lo humano, ¿cuál será su final? Si el origen del ser humano es el conocimiento, la destrucción de ese ser humano conllevará una inversión de ese conocimiento, que tendrá la apariencia (sólo la apariencia) de una “doctrina”, una nueva falsa verdad, una transmisión de ignorancia contratradicional. Esa “doctrina” sin más verdad que una ilusión, sin más conocimiento que el error, sin más esencia que lo grotesco, se mostrará como la destrucción intelectual del ser humano. Si ya vimos como se manifiesta el cuerpo del hombre tras su destrucción a través del espectro inframaterial, ahora veremos la manifestación del residuo intelectual del humano rebajado de los límites que le son propios: “la doctrina luciferina”
“La Danza Final de Kali”
