martes, 14 de junio de 2011

Ni Calígulas, Ni Nerones

“Lo que nos turba no son las cosas, sino las opiniones que de ellas se hacen” (Epicteto)
La misión - entendida como resultado de algo - que el “hombre atolondrado” expresa; explica claramente el efecto de la insensatez; quitandole la mascara a la causa de tan rotundo fracaso, a la irreflexión y a la negligencia. Esos conceptos significan, que su admirable intuición ha servido al señor de la ruina, para encadenar al prójimo y reirse de el. En la medida que evoluciona el tiempo, ha tenido que ir alejándose de los comunes, porque conociendo su verdadero destino, sabe que su fin es la nada. Hay mucho esclavo o cínico – entendido como aquellos que mantienen una actitud de burla y sarcasmo - a los que hay que devolverles su libertad, para que apoderados de su verdadero destino, fecunden algún buen acontecimiento en la historia de sus vidas.
“Revolcarse en el barro no es la mejor manera de limpiarse”