jueves, 1 de septiembre de 2011

Entre Marcion y Prisciliano

“Si se busca –y se sabe buscar- en casi cualquier lugar se puede encontrar lo que se busca”

Que en cualquier país, un opositor se pronuncie sobre los cambios y reformas que efectuara si gana las elecciones, es  válido. Pero… que una administración se pronuncie sobre los cambalaches y las políticas de arrebatos que va a efectuar si ganan las elecciones, es para quienes no nos conocen ¡Inverosímil! ¿Cómo quienes han estado tantos años en la jefatura del estado pueden desvincularse de manera tan rotunda del  sentir nacional, proponiendo contradicciones? ¿O es esta su esencia? Nada parece tener sentido ¿surrealismo? Buscando encontramos que ya han sobrepasado las fronteras de lo convencional y, han creado el dualismo político: “el pasado del gobierno pasa a ser una variable irrelevante, sin ninguna importancia aparente”. Gracias a este “instintivo supuesto” pueden efectuar una política de oposición continuista donde sus propuestas no tienen por qué coincidir con su obra de gobierno. Lo sorprendente es que el dualismo político funciona. Todavía existen quienes consideran al líder, un candidato renovador capaz de liderar un “cambio favorable”