
Si no tienes telarañas en los ojos, ve y compara las innegables diferencias recurriendo a la historia. De los actores sobre el escenario, hay unos de autentica vocación de servicio, verdaderos facilitadores del paso de una era a otra, y capaces de transformar por sus experiencias concretas… en el cómo hacer.
Comprender la totalidad es ver en profundidad, saber distinguir la prioridad de los hechos y actuar dentro de lo lógico. Es saber escuchar y resolver problemas creando solidaridad para darle sentido y orientación al ciudadano en su día a día.
Esto requiere estar rodeado de capaces, ...que conozcan donde está el problema,... de como surgió… y que lo sepan resolver, ... que administrando bien los recursos permitan transformar la realidad… y así hacer frente a tantas situaciones que no le permiten al ciudadano, gestionar su vida del modo menos malo posible.
Seguir oscilando entre incertidumbres e ignorancias, entre cortocircuitos del pasado y un destino conocido (por su fracaso) o decidir recuperar el sentido perdido que nos permita pensar de nuevo en el porvenir, depende de nosotros. Nuestros actos y/o nuestras omisiones siempre tienen consecuencias, y es nuestra responsabilidad personal y social aceptarlas.