jueves, 16 de febrero de 2012

La Naturaleza

En algún apartado rincón, hubo una vez un alguien que concibió una mentira. Altanero y falaz, pero,…a fin de cuentas, también hijo de la naturaleza,…que ahora se extingue junto a su entorno, por no entender la tendencia global hacia el equilibrio en la balanza de la verdad.
Que lastimosa, sombría y caduca; que estéril y arbitraria es la mentira dentro de la naturaleza: …Cuando la naturaleza acaba con las cosas, no ha sucedido nada, puesto que, para la naturaleza no hay ninguna misión que conduzca más allá de lo natural. 
¿Por qué el ser humano, poseedor y creador mortal lo toma tan patéticamente, como si fuese el fin del mundo? ¿Sera porque no hay en la naturaleza, quien al más pequeño soplo de poder no se infle inmediatamente? ...¡¿Este lo ha hecho?!…

Un cuerpo se encuentra en equilibrio de traslación, si la fuerza resultante de todas las fuerzas externas que actúan sobre él es nulo