martes, 8 de mayo de 2012

Secuaces


¿Existen?… ¡por supuesto! Observa como los de vida disfrazada se hacen los invisibles. Estos enemigos de tu existencia son numerosos. Discretamente, como si nada ocurriese, vuelve el rostro y observa la complicidad: algo grave sucede. Los reflejos detrás del parapeto confirman las sospechas. Cuando se precipiten hacia la puerta, veras que sonríen maliciosamente; y es en ese instante, que las miradas de entendimiento aparecen. Adivinaras entonces el motivo de lo que se trata. El dato ha trascendido y sin más comentarios todos sabrán que hacer…entonces encógete de hombros, porque ya lo sabes, y no es casualidad