La ausencia de búsqueda en tiempos extraños, es la abstinencia de ideas fecundas en el individuo exhausto. La ironía, la desesperanza, lo inauténtico, y lo embrutecido de lo domesticado, se refleja en la vida diaria.
La utopía fracasa porque nadie puede planificar nuestras vidas y superar en el tiempo a nuestro tiempo. Las fantasías de nuestros géneros reaccionan con desastres ante el fracaso que representan, por eso la evolución huye hacia adelante, para no arriesgar a que se descubra que avanza por accidente y navega en tinieblas. Tan imprudentes y frívolas son las promesas imposibles, que nos convertimos en repetición de modelos animales que tienen necesidad de huir de la vida y del pensamiento. A pesar de que la población mundial debe estar sobre los 7000 millones, la tierra se esta quedando sola ¿La “evolución” nos distancia? ¡Insólito!
La continuidad requiere luz,… de esa que se percibe por el ojo humano