Derecho a la protección de la salud entendido como el “derecho al acceso a atención sanitaria preventiva y el derecho a beneficiarse de tratamientos médicos bajo las condiciones establecidas por las leyes y prácticas nacionales”.
Todo individuo tiene derecho a:
Un servicio apropiado para prevenir la enfermedad Todo individuo tiene derecho al acceso a los servicios sanitarios que requiera. Los servicios sanitarios deben garantizar un acceso equivalente para todos, sin discriminación debida a los recursos financieros, lugar de residencia, tipo de enfermedad o tiempo de acceso a los servicios.
A todo tipo de información sobre su estado de salud, los servicios sanitarios y cómo utilizarlos así como a todo lo que la investigación científica y la innovación tecnológica pueda procurar
Al acceso a toda la información que pueda permitirle participar activamente en las decisiones que conciernan a su salud; esta información es un prerrequisito para cualquier procedimiento y tratamiento, incluyendo la participación en la investigación científica.
A elegir libremente entre los diferentes procedimientos de tratamientos y proveedores basándose en una información adecuada.
A la confidencialidad sobre la información personal, incluyendo información sobre su estado de salud y diagnóstico potencial o procedimientos terapéuticos, así como a la protección de su privacidad durante la realización de los exámenes de diagnóstico, visitas de especialistas y tratamientos médicos o quirúrgicos en general.
A recibir el tratamiento necesario en un período de tiempo predeterminado y rápido. Este derecho se aplica a cada fase del tratamiento.
Al acceso a servicios de alta calidad basados en la especificación y cumplimiento de estándares precisos.
A estar libre del daño causado por el pobre funcionamiento de los servicios de salud, los errores médicos y la negligencia profesional, y el derecho de acceso a los servicios de salud y tratamientos que cumplan con estándares de alta seguridad.
Al acceso a procedimientos innovadores, incluyendo procedimientos de diagnóstico, según los estándares internacionales e independientemente de consideraciones económicas o financieras.
A evitar todo el sufrimiento y el dolor posibles, en cada fase de su enfermedad.
A programas de diagnóstico o terapéuticos adaptados en lo posible a sus necesidades personales.
A reclamar si ha sufrido un daño y el derecho a recibir una respuesta o información adicional.
A recibir una compensación suficiente dentro de un período de tiempo razonablemente corto cuando haya sufrido un daño físico, moral o psicológico causado por un tratamiento proporcionado en un servicio de salud.