¿Si crees que alguna vez la educación pública fue mejor que la privada? ¿Que la mediocridad y la improvisación destacan en la educación? ¿Qué existe insatisfacción en la calidad académica de las instituciones educativas? o ¿Crees que el organismo que supervisa y controla, “no está certificado para certificar a los que certifican” que los futuros profesionales y técnicos son de calidad? ¿no te parece que deberíamos impulsar una Auditoria Académica a Nivel Nacional?
Evaluar las Instituciones académicas en general seria un herramienta valiosa para resolver los problemas de deterioro de la enseñanza-aprendizaje. Su aplicación implicaría que las instituciones educativas quedarían obligadas a impartir una enseñanza-aprendizaje de calidad y excelencia, no sólo en las variables cuantificables, sino también en los aspectos de identidad, ética, responsabilidad frente a la sociedad, al país; así como la importancia y transcendencia en valores.
La innovación del sistema educativo no puede tener éxito sin una auditoria, ya que los encargados de mejorarla no cuentan previamente con un informe técnico y científicamente elaborado. Esta se debería implementar con la participación de un equipo de profesionales y técnicos multidisciplinarios e interdisciplinarios: académicos o docentes, contadores públicos, ingenieros, psicólogos, sociólogos, administradores de empresas, matemáticos, médicos, biólogos, químicos, físicos, abogados, etc.
Evaluar o auditar todo el proceso educativo a nivel de docentes, estudiantes y personal administrativo; por ejemplo, en cuanto se refiere a la auditoría del desempeño del docente, se pueden aplicar, por ejemplo, las variables:
Puntualidad en las asistencias a clases, Apego y cumplimiento del programa, Número mínimo y tipo de evaluación, Metodología y transferencia de conocimiento, Relación o trato a los alumnos, Asistencia a reuniones o comisiones académicas o administrativas convocadas, Reincidencia en la impuntualidad, Altas notas incoherentes a la transferencia de conocimientos, Estímulos concedidos: asistencia a eventos académicos profesionales (congresos, seminarios, etc.) sin reciprocidad con la institución académica, Opinión de alumnos, Identificación con las políticas académicas, etc.
La metodología del proceso de auditoría comprendería también al currículo o al plan de estudios y los programas, así como la formación académica y experiencia profesional y académica de los docentes que integran las instituciones académicas; también la presencia y éxitos del profesional o técnico en el mercado de trabajo.
El estudio o evaluación abarcaría, por ejemplo de las siguientes variables, entre otras:
Organización de las facultades, escuelas, coordinaciones académicas, direcciones, unidades, etc, planes de estudios o currículos de estudios y los respectivos programas, niveles de preparación académico profesional de los docentes que participan en los procesos enseñanza-aprendizaje, infraestructura utilizada y la implementación de los centros de información y bibliotecas bibliográficas y cibernéticas, relación de docentes con presencia nacional e internacional, presencia de los técnicos y profesionales egresados en el mercado de trabajo, organización y gestión moderna de gerencia universitaria: simple, ágil, sencilla y de bajo costo. Movilidad internacional de docentes y estudiantes, sistema de admisión de docentes, estudiantes y personal administrativo, concursos públicos, frecuencia y calidad de la actualización de las currículos de estudio, estudios o auditorías por separados de los estudios de pregrado, postgrado (maestrías, doctorados, diplomados y postdoctorados). Evaluación de los sistemas y frecuencias de la evaluación de los alumnos, etc.
Fte: Auditoria Académica / Dr. Carlos Alfonso Egúsquiza Pered
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