Exploro en profundidad y lo que descubro de un tiempo para acá me llama la atención. La pasión es de todos, mas el experimento, es de pocos. No creo en lo simple, a menos que sea como en “Las simples cosas” de Concha Buika.
Me asombra que se asombren al estrellarse gracias a la “interpretación de sus razonamientos”. Es como que si la física no existiese y los modelos de éxito fuesen fantasía; pero para entenderlos siempre hago un ejercicio complicado: “Viajo a 300.000 kilómetros por segundo” (el termino adecuado es “me desplazo en el espacio vacío en forma de onda”) y cuando encuentro “materia inteligente” inmediatamente le transfiero energía. Hace unos segundos comprendí el porqué tienen “interferencia con la luz”. Me desplazo incesante pero no les encuentro “distancia entre dos crestas”, o sea, “no tienen longitud”. Gire a tal velocidad que hasta “nauseas me dio”, pero es que “hay radiaciones que pueden ser mortales”, sino, mire a su alrededor.
Llegue del firmamento y puedo asegurar que en la antigüedad “éramos mas precisos”. La distancia focal era mas objetiva. ¡Claro! Estoy hablando de mis repasos por las coordenadas:
00° 38' 53" y 12° 12' 00"
59° 47' 50" y 73° 22' 38"
59° 47' 50" y 73° 22' 38"