Ya entro el “pájaro negro” que se pierde en la oscuridad; porque la casa está impregnada de olores repulsivos y de intencionada maldad. ¿No has visto como se enlutan los miles de deudos que ya olvidaron la "libertad"? ¿Acaso no has visto sus caras desoladas, y abatidas?
Ahora pertenecen al “pasado negro” de un país en permanente duelo, al que solo le falta “guadaña y calavera”, como nuevo símbolo patrio en esta nuestra “nueva bandera”
Ese es el espectro del “terror cotidiano” que aterrador surge a cada instante; que se muestra arrogante y fuerte, pero al que también le espera ¡la muerte!
Merodean los “fantasmas del llanto” inclinados al lado de sus madres, que con silencio y recuerdo de lo sucedido, saben truncados sus planes del “inexistente futuro”
Aquellos lugares donde transcurrieron los años, se arrugaron de cansancio y angustia ¿Qué hago ahora?
¿Ves a esa mujer de figura encorvada? Esta durmiendo acurrucada, mientras espera los restos que se llevo el “hambre de odio”. Era de un pueblo tranquilo, que dejaron "morir de esperanza" y que ya había desaparecido cuando sobrevino este “vergonzoso cataclismo”