sábado, 18 de junio de 2011

Chaman de São Gabriel da Cachoeira (2da parte)

Es tan poderosa la fuerza emanada de ciertas osamentas, que constituyen la sede de una terrible influencia que se comunica por el contacto y cuya descarga trae consigo las más desastrosas consecuencias cuando el organismo que lo provoca no es lo suficientemente fuerte para resistirla”.  

Freud marcó sus coincidencias con la neurosis obsesiva. La práctica de esta prohibición todavía impera en vastas regiones de la costa y el llano . Al compararla con la obsecion del neurótico refiere que “el tabu es una contravención muy antigua, impuesta desde el exterior y dirigida contra los deseos más intensos del hombre...” La fuerza mágica que genera el tabu induce al hombre a la tentación, y donde el objeto de la prohibicion se comporta como objeto contagioso. El hombre común frente a un fenómeno inexplicable, lo acepta como sobrenatural. Con lo sobrenatural y lo prohibido, con la interferencia mágica o la sublimación religiosa, no se juega. Las causas más comunes de enfermedad son: el “embrujamiento”, el “mal aire” ,“la pérdida del alma o del ánimo”, el “aicar”, y, finalmente, “la enfermedad provocada por cuerpos extraños al organismo como las osamentas”. Aquí el padecimiento se incorpora desde afuera, ingresando en el individuo que no alcanza a percibirlo hasta que lo destruye. 

Para el caso particular no hay sanación, porque se apoya en la concepción profunda del pensamieto egolatra. Ni siquiera el “succionar el cuerpo extraño” de la zona dolorida, puede extraer al final el objeto pequeño y afilado responsable del mal. En Cachoeira acostumbramos a investirnos de una aureola de predestinación que procede de nuestros ancestros que nos transfirieron el poder.