Hay ciertos objetos de poder cultivados por hombres poderosos que son herramientas de muerte. Existen en el terreno de los objetos de avance y están hechos para la lucha, para matar cuando se los arroja. Son modos de poder y se obtienen dependiendo de lo que quieras. El poder del un objeto depende del poder de su dueño y de la clase de hombre que es. Cuando es cultivado por un brujo fuerte y poderoso le da fuerza a la herramienta, pero hay un límite para esos modos de poder cuando es mal manipulado.
El polvo de osamenta mezclado con 48 semillas de auyama pulverizada pueden matar a un hombre cuando entra en su cuerpo. Después de entrar por inhalación o contacto, se hunde y se acomoda en el pecho o en los intestinos, el hombre enferma y muere a los tres meses de su entrada al cuerpo. ( cuando siente las manos húmedas y el estómago contraerse es porque el polvo de sabor rancio ya le hizo efecto y le adormeció la boca) Solo hay una manera de curarlo y es que otro brujo logre chuparlo, pero si no es lo suficientemente fuerte, se le mete en el cuerpo al brujo y lo mata en su lugar.
La brujería del polvo de osamenta es una de las más poderosas del mundo. A veces se le esconde en el botón fresco de la flor amarilla de la auyama para que incremente el poder y se deja donde pueda quedar en contacto con la víctima, es decir, en el camino por donde pase a diario, o en cualquier parte donde acostumbre llegar. Apenas la víctima pisa la flor, la toca de cualquier manera o inhala el polvo, la brujería está hecha. Cuando el poder se hunde en su cuerpo y entra en el hombre; el resto pierde el poder, queda libre y se confunde en el ambiente. Puede dejarse en el sitio de la brujería, o puede barrerse; no importa.
Hay estados de conciencia que no admiten sentimentalismos y en los que solo existe la acción en un estado de guerra total.El dialogo interno consiste en lograr que los elementos maniobren en posición de libertad completa para resolver el dilema de la inutilidad cuya solución no consiste en escoger un mundo alternativo en el cual morir. No se desafía a la muerte