De lo que conozco de él, puedo decir que es un cuerpo que se mueve por sí mismo; que lo veo y a veces lo puedo tocar, que no es un fantasma, y que aunque a veces repose, constantemente está pasando de un estado a otro: cambiando desde el nacimiento hasta la muerte; y que durante ese ineludible transito, va realizando acciones cronológicas lineales (ir a la playa, dar clases, , viajar, leer, asistir a un concierto, etc) y actividades cíclicas (despierta-trabaja-duerme, come-evacua-come, bebe-micciona-bebe, habla-calla-habla, se excita, se calma y nuevamente se excita, que flácido se erecta para volver a la flacidez, y que lúbrica se seca para volver a la lubricidad, y asi, etc).
A lo largo de líneas rectas, rodeos o períodos, en reposo o activo, lento o rápido, el ser humano es una realidad física siempre en camino hacia su elección, su meta y su destino.
Recordando al Maestro Don Pedro Laín Entralgo