El peligro que amenaza la vida del rey ya no tiene rectificación porque la vanidad le impidió cumplir con las restricciones protectoras.
Si un hombre vive y sé mueve sólo, puede hacerlo porque tiene dentro un hombrecito que lo mueve y el hombre dentro del hombre es el alma. Y como la actividad de un hombre se explica por la presencia del alma, así la quietud del sueño o de la muerte se explican por su ausencia, temporal en el sueño o "trance" y permanente en la muerte.
El procedimiento para guardarse de ella será impedir que el alma salga del cuerpo, o bien, si ha salido, asegurar su regreso. Algunas veces, sin embargo, el alma humana no tiene forma humana, sino animal y se escapa por las aberturas naturales del cuerpo, especialmente la boca, la nariz y el ano. Como no le colocaron anzuelos en la nariz, en el ombligo, en los pies, en la boca y el ano, para que el alma no se le escapara; no quedo enganchada ni sujeta con firmeza y se la llevo el demonio.
Frazer J G - La Rama Dorada
