¿Por qué estoy aquí, ¡oh Dios! de las almas perdidas? Dímelo tu, oh Dios, que te encuentras perdido entre los demás dioses…
Gibran Khalil, El Loco, p. 144
Viven rodeados de lujo, mientras el pueblo soporta una penosa existencia. Los obedecen, los alaban; y se obedecen y se alaban, en esta orgia enloquecida de mentiras.
“No existen referencias de algo tan embrutecedor”
El engaño tiene éxito a veces, pero siempre termina por suicidarse porque la verdad es simple y triunfa por si misma sin complicaciones.