miércoles, 24 de agosto de 2011

“Corregir y progresar”



No permitas que el tiempo se convierta en  “demasiado tarde”. ¿Dónde queda  el futuro? Conservar la razón ante tanta locura, mantener la serenidad ante tanto desatino y no perder el sentido del humor mientras desarrollamos un enfoque reflexivo que nos saque de aquí, es comenzar a  cambiar el rumbo.

Cuando la vida se convierte en sufrimiento, cuando todo resulta inadecuado, indiferente o inaccesible, cuando aun crees poder solucionar los problemas a toda costa sin resultados;  es cuando hay que aprender a cambiar de manera equilibrada las cosas,  comenzando por mantenernos sobrios y canalizar el esfuerzo para poder recuperarnos.

Cambiar nuestra forma de actuar, de pensar e incluso de sentir.  ¿No estás harto de tantas anécdotas de la infancia? ¿De tanta excusa para explicar cualquier cosa? ¿De tanta irresponsabilidad? ¿Estas circunstancias difíciles y de desgraciados efectos no son suficientes para indicarnos la dirección?

Para cambiar hay que empezar por cambiar  nosotros mismos y llegar a La Variable Independiente (Alberto Rial, 1997). Tenemos que convertirnos en un país que erradique  la autoindulgencia con decisión y disciplinar la voluntad para mantenerla. Nadie puede evitar que realicemos la tarea. Por eludir y postergar, por correr la arruga, es que estamos donde estamos: pura superficie y anécdota.   El problema y la solución está  en cada uno de nosotros y de nuestras Instituciones. “Corregir y progresar”.