viernes, 19 de agosto de 2011

Nada más cierto que:

El árbol de la vida (1909),  por Gustav Klimt
Afortunadamente, no todo el mundo cae preso de las emociones y felizmente  cambiamos de humor. Nada más cierto que: 


“Cuando todo el mundo es dueño de todo, nadie se preocupa de nada.”                                                                                                      Aristóteles

De las épocas sombrías, la recolección de datos debe ser elemental. La vida se ha tornado dura y difícil durante estos años, transmitiendo una sensación de fatalismo y dejando a la imaginación el cómo lograr subsistir. ¿Es esto vida?
El fantasma del hambre acecha porque la incompetencia técnica y la imposición de sistemas obsoletos, apenas permiten sobrevivir. 
El mal vivir se ha extendido tanto, que es imposible descansar, y mucho menos arribar al «ocio» para «crear cultura». El delincuente de cualquier rango, cual cazador, acecha a toda hora y nos condena a intentar dar la vida por vivir. 

El saber es siempre rebelde. Te obligada a oponerte, a expresar, a revisar, a proponer y a realizar.

Nos negamos a aceptar esta tragedia decretada,  donde somos prisioneros de carencias ilimitadas por la insuficiencia del sentido común. Queremos ser ricos de manera equilibrada, es decir, optando por los dos caminos: produciendo mucho y deseando poco. La necesidad de mejorar el nivel y la calidad de vida es prioritaria.