Algo muy grave sucedió ante nuestros ojos. ¡Mira! “Ahora se vuelve nunca” y la explicación no existe, ¡mira bien!
¿Es ahora cuando la terrible verdad te cruza por la mente?
¡El país muere hermano! ¡El país muere!
Hace varios años que asistimos, mudos, complacientes, a la agonía del país que muere, incapaces de hacer nada por nosotros mismos, nadie mueve un dedo para salvarlo, para impedir su fin o, por lo menos, para retrasarlo.
El país muere.
Ya no hay esperanza. Solo es cuestión de hacer tiempo para que lo inevitable acontezca: la catástrofe no se hará esperar. Muchos “ciudadanos”, alejándose sin hacer ruido, han ido a refugiarse a otros lugares. Las familias se han desintegrado. Hasta los más necesitados han dejado de creer, han aceptado sus desgracias y se han echado a morir ¡Es un comportamiento “no extraño a la subsistencia” cuando al sentido común se le viola en profundidad!
Esquema evolutivo de la adaptación al proceso Terminal, basado en los mecanismos de reacción o defensa que entran en funcionamiento durante una enfermedad mortal (KUBLER-ROSS): Negación y aislamiento, Ira y furor, Negación o pacto, Depresión; y finalmente la Aceptación / Kübler-Ross originalmente aplicó estas etapas a las personas que sufren enfermedades terminales, y luego a cualquier pérdida catastrófica (empleo, ingresos, libertad)