«En mi soledad he visto cosas muy claras, que no son verdad».
Antonio Machado
¿Qué fuerza tienen el hambre y la sed en la configuración de la vida? Cuando el vivir es aflictivo y anómalo, y no puedo tener como míos el curso y el resultado de mis actos, termino aceptando resignadamente la imposición. Existen montones allá afuera que están infelices con ello. La insolencia de abajo, empuja con fuerza…
Arrastrado entonces por una agonía que se prolonga, espero expectante ante la ola de destrucción a qué las cosas se reacomoden… para el momento, ya mi modo de vivir que pertenece a la inquietud, me torna agresivo y hostil para garantizarme el sobrevivir, que ahora, amenazadoramente casi me hace renunciar a mi condición humana en la realidad que últimamente existo. Aquí es cuando el sarcástico cambia de bando, y el perro se transforma en sanguinario
...y es entonces cuando caigo en cuenta que gracias, en muy buena parte a la inquietud, es que voy haciendo mi vida... Observo que ya está cayendo la última columna de un país desmoronado por el agotamiento, y que en el antagonismo está el desafío, cuando se siente la amenaza de morir... (en el análisis lucido de la estupidez)
La realidad personal solo existe en "in individuo", lo cual no excluye, lo que a todos es común, esto es, nuestra común realidad. Mientras más entiendo, más fácil explico: Una desafortunada confusión es provocada por el “fracaso en distinguir lo que puede ser algo que hoy día no es”, cuando sacada de contexto se utiliza para engañar deliberadamente con lo grotesco, el desprecio y la burla. Nos arrastramos en un tiempo en el que va ocurriendo todo aquello que se sabía que iba a ocurrir. Se atisba el fin…